sábado, 8 de diciembre de 2007

Quién teme a Virginia Woolf (fragmento)/Novela


" Marta: El gran problema de Jorge con respecto al pequeño... iJa, ja, ja, JA!... con respecto a nuestro hijo, nuestro magnífico hijo, es que en lo más profundo de su naturaleza más íntima no está del todo seguro de que sea su hijo. Jorge (profundamente serio): ¡Dios mío, qué perversa eres! Marta: Y eso que te dije muchas veces que sólo quería concebir contigo... lo sabes muy bien, mi amor. Jorge: Estás llena de perversidad. Honey ( en plena borrachera, pero triste ): ¡ Dios mío, Dios mío! Nick: No me parece un tema para... Jorge: Marta miente. Quiero que lo sepan: Marta miente. ( Marta se ríe). Son muy pocas cosas en este mundo de las cuales estoy seguro...los limites del país, el nivel del océano, las alianzas políticas, los principios morales... no pondría mi mano en el fuego por nada de eso... pero de la única cosa de la que estoy realmente seguro es de mi participación en la creaci6n de nuestro... hijo), de ojos rubios y pelo azul (...) Jorge: No has sabido respetar las reglas, querida. Hablaste de él hablaste de él con otra persona. Marta (Can lágrimas): No hablé. Nunca hablé. Jorge: Si, hablaste. Marta: ¿Con quién? ¿CON QUIEN? Honey (llorando): Conmigo. Usted me habló de él. Marta (llorando) ¿ME OLVIDE! A veces me olvido, . .. cuando es de noche... cuando es muy tarde... y todo el mundo está... conversando, me olvido. . ., y necesito hablar de él, pero siempre ME CONTENGO... Me contengo... aunque sólo yo sé cuántas voces he querido hacerlo... (...) Jorge: Esa oportunidad se presenta una vez por mes, Marta. Estoy acostumbrado. Una vez por mes aparece Marta, la incomprendida, la niña dulce, la niña pequeña que vuelve a florecer bajo una caricia y yo lo he creído más veces de las que quiero acordarme, porque no; quiero pensar que soy un imbécil. Pero ahora no te creo... simplemente no te creo. Ahora ya no hay ninguna posibilidad de que podamos tener un minuto de felicidad... los dos juntos. Marta (agresiva): Quizá tengas razón, querido. Entre tú y yo ya no hay posibilidad de nada... ¡porque tú no eres nada! ¡ZAS! ¡Saltó el resorte esta noche en la fiesta de papá! ( Con intenso desprecio, pero también con amargura). Yo estaba allí sentada... Mirándote... luego miraba a los hombres que te rodeaban... más jóvenes... hombres que llegarán a ser algo. Te miraba y de pronto descubrí que tú ya no existías. ¡En ese momento se rompió el resorte! (Finalmente se rompió! Y ahora lo voy a gritar a los cuatro vientos, lo voy a aullar, y no me importa lo que hagas. Y voy a provocar un escándalo como jamás has visto. Jorge (muy calmo): Ese juego me apasiona. Comienza y verás como te mato el punto. Marta (esperanzada): ¿Es un desafío, Jorge? Jorge: Es un desafío, Marta. Marta: Vas a perder, querido. Jorge: Ten cuidado, Marta... te voy a hacer trizas. Marta: No eres lo bastante hombre para eso...te faltan agallas. Jorge: ¿Guerra a muerte? Marta: A muerte. Hay un silencio. Los dos parecen aliviados y exaltados. "


Edward Albee

No hay comentarios: