miércoles, 13 de agosto de 2008

SONETO XCI


La edad nos cubre como la llovizna,

interminable y árido es el tiempo,

una pluma de sal toca tu rostro,

una gotera carcomió mi traje:

el tiempo no distingue entre mis manos

o un vuelo de naranjas en las tuyas:

pica con nieve y azadón la vida:

la vida tuya que es la vida mía.

La vida mía que te di se llena de años,

como el volumen de un racimo.

Regresarán las uvas a la tierra.

Y aún allá abajo el tiempo sigue siendo,

esperando, lloviendo sobre el polvo,

ávido de borrar hasta la ausencia.


Pablo Neruda

2 comentarios:

mariano dijo...

Hola pase a saludar en tu fotolog y me encontre con esta maravilla de blog.

Besos y chusmea el mio.

Marian

Oscar dijo...

No es fácil conseguir personas que aprecien el arte. Pero siempre emerge de entre la basura miserable y mediocre de este mundo y se eleva sobre todo y es mayor que el universo. Recibe el agradecimiento de un artista.
Oscar.